Esta es una que se armó la noche del viernes a última hora... Tomamos como referencia la ruta que nos planteó Wikiloc ASCAZUBI - PUNTA LOMA y decidimos explorar, lamentablemente el clima nos jugó una mala pasada y cuando nos faltaba muy poco para coronar la cresta el viento arreció de tal manera que era prácticamente imposible mantenerse en pie por lo que decidimos regresar por donde vinimos.
La ruta inicia en el pintoresco pueblo de Ascazubi, en el camino entre Cuzubamba y el Santuario de El Quinche, se encuentra a un lado de la carretera sigilosamente ubicado un hermoso parque en donde encontramos la hospitalidad y la amabilidad personificada.
Agradecemos los gestos de un excelente anfitrión de don Luis Eladio Cevallos.
Esta fue una interesante experiencia, una ruta corta pero exigente por las cuestas y el importante ascenso en pocos kilometros..
Recorrimos los caminos típicos que llevan a las montañas de nuestra serranía, en un inicio, polvorientos y bordeados por casitas de ladrillo y adobe donde los habitantes todavía muestran una sonrisa al paso de los visitantes. Luego mas arriba, los caminos de hacienda, cubiertos de yerba, musgo y cortezas de eucalipto, hasta que finalmente encontramos el final del camino en donde ya no llega ni el tractor de la hacienda y solo se puede avanzar empujando la bicicleta sobre un terreno humedo y frío...
Los paisajes que se pueden disfrutar desde la cumbre de Punta-Loma son increibles... el esfuerzo valió la pena...
Guillermo y Fausto junto a Don Luis Eladio.
La noche del viernes, el sábado y el domingo, por esta vía circularon caminando en una romería 500,000 fieles de la virgen de El Quinche.
El volcán Cotopaxi en el horizonte tras las nubes.
Los valles van quedando abajo, Quito queda al pie del Pichincha (montaña que se ve al horizonte).
Este camino lleva hacia la montaña, hay que seguir trepando..
Desde aquí hacia la derecha por el puente de troncos y se inicia la exploración por los caminos de hacienda..
Para trepar estos accidentados trechos se requiere algo de técnica..
Hace 40 años estos caminos que corresponden a la Hacienda de San Isidro eran propiedad de la familia de Fausto.
A partir de aquí, la nostalgia de aquellos días cuando se recorrían sobre lomo de caballo jugó un papel importante en esta pedaleada..
El intenso aroma de los eucaliptos tiernos, las semillas y cortezas que cubren el piso hicieron de este recorrido una experiencia grata para los pulmones.
Salimos de esta cuesta, viramos a la izquierda y encontraremos una puerta...
Luego de este giro llegamos a la zona de El Manzano... Coronamos esta cuesta y llegamos al tanque de reserva..
El nudo de Mojanda y las lagunas que visitaremos en una proxima salida quedan en la cumbre de la montaña que se ve en el horizonte.
Hermosos y sanos animales pastan en el mismo potrero donde lo hacían hace 40 años.
El aroma del bosque y el ejercicio físico son el complemento perfecto.
De izquierda a derecha: Tumbaco, El monte Ilaló, Los Chillos, el Pichincha, Rundupamba, Volcán Pululahua...
Que bueno saber que aún estás aquí... Este viejo amigo sigue firme soportando cada año las inclemencias del tiempo y viendo pasar a los viajeros por el camino.
Esta reserva de agua permite mantener los sembríos cuando arrecia la sequia..
Junto a este sitio se está construyendo una posada para el turismo sostenible...
Este macho se muestra imponente a contraluz y se acerca sigiloso a nosotros para reclamar una porción de sal..
Con este paisaje se paga el esfuerzo del ascenso..
Atrás se puede ver las huellas de la construcción del nuevo aeropuerto de Quito en la zona de Tababela..
Este es otro viejo testigo de tantas aventuras de montaña...
El ganado baja a comer sal bajo estas añejas ramas..
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