Llegando a la montaña, Wilson vino cuidando a su bicicleta por el quebrado camino de ascenso, lento y con precaución... llegamos hasta el parque nacional
La fila de autos que entraban al parque nacional…
El toque Ecuatoriano…: “no bajo la cadena hasta que no me paguen,… no me van a sorprender .. “, (lindo ¡!) … como me gustaría saber quien fue el que se le pasa al guardia por no pagar la entrada y prefiere bajar por otro lado…
Al cruzar la cadena, el parque nacional nos recibe con fuertes vientos..
Foto junto a los autos para recuerdo de este evento, el Cotopaxi asoma sus canas tras las nubes.
Calentamiento, elongación, a proteger la cara, alistarse para un recorrido hasta la laguna de Santo Domingo
Y aquí empieza el tormento… toda la arena fina ya fue soplada en los días anteriores por los fuertes vientos de esta temporada… ahora.. el camino se cubre de una arena mas gruesa que es producto de la zona volcánica. Con los vientos la arena se levanta y golpea las piernas, las manos y cuando el viento es muy fuerte la cara y los ojos..
Pedaleamos contra el viento hasta la mismísima laguna.. 15km que parecieron 30.. en algunos trechos pedaleamos inclinados para vencer la fuerza del viento lateral y en otros trechos la fuerza del viento de frente no permitía girar la dirección pues hacía perder el equilibrio..
A pesar de la indumentaria, cubiertos hasta los ojos, sentimos la fuerza del viento.
Pero nada se compara con el paisaje del paramo del Cotopaxi… que hermosa montaña. Los caballos salvajes buscaban los bajíos para protegerse de la ventisca.
Despues de un esfuerzo importante y de perder a uno de los integrantes que no tomó el desvío adecuado a la laguna, nos acercamos a la meta, tomamos fotos y todos a regresar.
La fauna del sitio..: Un lobito de paramo atravesó el camino y nos observaba con precaución..
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